Todo empezó por un “No me va bien”. La conversación siguió
por un “no me quieren” unido a un “no me lo demuestran”. Tras varias cervezas seguimos por “estoy
obligado a hacer esto” y antes del colapso: “¿la vida es sólo esto?”
Es lo que tienen las noches de verano. Largas charlas sin
límite de tiempo en las que se deja correr la palabra a raudales y fuera de
control.
A mí me gustan. Más aún al dia siguiente cuando repaso lo
dicho, por lo menos hasta la cerveza número tres. Es difícil resumir horas de cháchara pero sí
que puedo decir que hoy me queda todavía rebotando en mi cabeza un concepto: la autoestima.
¿Cómo he llegado a hacer esa conexión entre la conversación de arriba y la autoestima? O bien es un reflejo de mi propio
sentimiento o bien creo que si algo no va bien es porque no he sabido afrontarlo con la fuerza, el conocimiento y la convicción suficiente. El “no me quieren” me
puede afectar pero si sólo nos movemos por el efecto que causamos en los demás
seguramente nos crearemos más de un
conflicto. El “estoy obligado a hacer
esto” tal vez sea, como hemos comentado en otros post, porque las dudas nos
comen y no tenemos las cosas claras. Tal vez. Y finalmente, la pregunta de ¿la
vida es sólo esto? puede llevarnos a
pensar que vivimos a remolque de lo que quieren los demás y por tanto aparcamos
nuestras propias necesidades y deseos.
En fin, el verano lleva a esto, a darle vueltas a la cabeza.
No obstante, os invito a que meditéis sobre la autoestima, germen de muchos
dolores de cabeza. Seguro que volveremos
muchas veces sobre esto.
Anexo: (por si hoy estás ociosa/o), vamos por si tienes
tiempo:
Y finalmente, os dejo una lista de las ventajas de tener una
autoestima suficiente
(Adaptados de D.E. Hamachek, Encounters with the Self, Rinehart,
Nueva York, 1971).
La persona
que se autoestima suficientemente: 1
- Cree con firmeza en ciertos valores y principios, y está dispuesta a defenderlos incluso aunque encuentre oposición. Además, se siente lo suficientemente segura de sí misma como para modificarlos si la experiencia le demuestra que estaba equivocada.
- Es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio criterio, y sin sentirse culpable cuando a otros no les parezca bien su proceder.
- No pierde el tiempo preocupándose en exceso por lo que le haya ocurrido en el pasado ni por lo que le pueda ocurrir en el futuro. Aprende del pasado y proyecta para el futuro, pero vive con intensidad el presente.
- Confía plenamente en su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar fácilmente por fracasos y dificultades. Y, cuando realmente lo necesita, está dispuesta a pedir la ayuda de otros.
- Como persona, se considera y siente igual que cualquier otro; ni inferior, ni superior; sencillamente, igual en dignidad; y reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.
- Da por sentado que es interesante y valiosa para otras personas, al menos para aquellos con los que mantiene amistad.
- No se deja manipular, aunque está dispuesta a colaborar si le parece apropiado y conveniente.
- Reconoce y acepta en sí misma diferentes sentimientos y pulsiones, tanto positivos como negativos, y está dispuesta a revelárselos a otra persona, si le parece que vale la pena y así lo desea.
- Es capaz de disfrutar con una gran variedad de actividades.
- Es sensible a los sentimientos y necesidades de los demás; respeta las normas sensatas de convivencia generalmente aceptadas, y entiende que no tiene derecho —ni lo desea— a medrar o divertirse a costa de otros.