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Marcar diferencia

Admiramos a determinadas personas por su capacidad de seducción, de imaginación y de intuición. 

Son esas personas que se hacen  con la situación en décimas de segundo, que nos sorprenden por su agilidad mental y que encuentran  soluciones posibles en las situaciones más difíciles. Hablamos entonces de genialidad, de intuición, de perspicacia, de sabiduría, … vamos, que les reconocemos un don.

¿Qué hay detrás de esto? En general lo que hay es trabajo, mucho trabajo. Método y técnica. Incluso aunque ellos, los buenos, no lo sepan, hay método y técnica.

Esta introducción viene porque en un día de vagancia (de esos que tengo muchos) me dediqué a pasear por Google buscando asuntos de mentalismo.  No desde el punto de vista filosófico sino desde el mentalismo como espectáculo, como ilusionismo, como magia. Me sorprendió ver cómo ponen al servicio de este arte diversas ramas del conocimiento que en algún momento hemos comentado en este blog. 

Imaginemos por un momento que pudiéramos cultivarnos en el estudio del lenguaje corporal, en el proceso intuitivo, en el lenguaje verbal, en el funcionamiento  del cerebro, en la gestión de las  emociones propias y ajenas, en las técnicas de los procesos mentales, del espectáculo, en la oratoria, en la gestión de personas, y en alguna que otra más. Con todo este equipaje, seguramente pasaríamos  a ser esas personas especiales que de vez en tarde vemos por ahí y que despiertan nuestra admiración...¡Siendo normales!

Bueno, pues todo lo indicado anteriormente – que es lo que domina un buen mentalista - es susceptible de ser conocido y estudiado. Ah, y mejor aún, puesto en práctica. Por partes, hasta llegar a un todo.


No dejemos pasar la oportunidad de formarnos en todas estas disciplinas. Sin prisa pero sin pausa. Como montando un puzle. Con intención. ¿Cuál? La de ofrecer la mejor versión de nosotros  mismos, además de ofrecer capacidades sorprendentes por sus resultados. Es emocionante, gratificante.y,..., divertido. 

Por si tenéis un rato para distraeros, os dejo un enlace a un video en el que el joven mentalista Alejandro Balagué nos presenta su espectáculo. Genial. 

Quinesiología: el cuerpo habla

Siempre hay posibilidades que debemos rastrear. La curiosidad es la cualidad más importante del crecimiento personal. ¿No hay nada más allá de lo que sé?

Para mí esta respuesta es fácil: “Sí, está todo para descubrir” Claro que esto me obliga a arremangarme, abrir las ventanas y dejar que entre la luz necesaria para distinguir las cosas.

Hoy toca quinesiología (lo pongo con q y no con k porque así aparece en el RAE). Había oído hablar de ella hace bastante tiempo y ahora se me ha vuelto a despertar la curiosidad sobre esta ciencia. Tal vez a algunos les sorprenda que utilice la palabra ciencia pero es que algunos países su enseñanza ya está regulada y admitida su aplicación.

Y sobre todo hoy os invito a indagar sobre la relación entre tono muscular o respuesta muscular y emociones. La kinesiología, o por lo menos alguna de sus ramas,  trata el cuerpo humano como un todo unido, y por tanto considera que todo lo que nos pasa por la cabeza afecta de una manera u otra a nuestro cuerpo. Desde ahí, con las técnicas adecuadas, se puede llegar a corregir determinados estados emocionales nocivos que tienen su reflejo en algún síntoma del que en principio se desconoce su causa y por tanto es difícil de sanar.


Hay quien duda de la quinesiología, de sus resultados. Por supuesto, yo no seré ni quien le contradiga ni quien le anime. De momento solo sigo intentando profundizar porque maneja unas herramientas que, de ser ciertas, abren la puerta al cambio, a la mejora, y a la salud personal.  De no ser así me habré divertido mucho en la búsqueda. Que no es poca cosa. 

El corazón y su campo electromagnético.


Cuando por un cuerpo circula una corriente eléctrica se crea a su alrededor un campo electromagnético.  Por supuesto no lo vemos pero es real. Por poner un ejemplo simple, tampoco vemos una corriente de aire pero la sentimos u observamos sus efectos.  Y a grandes rasgos, cuando dos campos magnéticos se acercan a una determinada distancia, se influyen e interactúan entre sí.
Por nuestro cuerpo también circulan corrientes eléctricas.   Pequeñitas, sí, pero circulan. Por tanto, nuestro cuerpo genera campos magnéticos.  Por supuesto de pequeña intensidad. Esto es real – científicamente demostrado  -  y quiere decir que al acercarse dos cuerpos humanos, interactúan sus campos magnéticos.  
 ¿Cual es la distancia de influencia del campo electromagnético del cuerpo humano? Pues también está demostrado que oscila entre los dos y los cuatro metros. Este campo está generado por el corazón. El cerebro crea un campo menor.
Luego si se acercan a menos de esos dos o cuatro metros dos cuerpos, dos corazones, , ¿qué puede ocurrir? Si además admitimos las últimas teorías científicas en las que se habla del cerebro del corazón o por lo menos de la existencia de un centro neuronal en el corazón - es decir que éste tiene inteligencia - resulta que ambos corazones podrían ser capaces de comunicarse entre sí. O por lo menos de influenciarse.
Esto abre unas expectativas realmente interesantes. ¿Están preparados esos corazones para “entender” el lenguaje del otro? ¿Sabríamos traducir esas señales? ¿Conocemos cómo se influencian? ¿Cómo podríamos aumentar nuestro campo magnético?
El desconocimiento de esta “ley” no debe excluir la posibilidad de tenerla en cuenta.  ¿Cuándo te has sentido en vibración con otra persona? ¿Qué resultado obtuviste de ese contacto? ¿Cómo tradujiste esas sensaciones?
 
Una pregunta un poco más capciosa: ¿Qué ocurrirá si nos acercamos a menos de un metro de otra persona?
Por supuesto, y como ocurre siempre, os amenazo con volver sobre este asunto algún otro día porque nos va a dar mucho juego.     

La fuerza de la seducción


He tenido el placer de asistir a una conferencia impartida por el psicólogo Fernando Pena organizada por ASNIE (Asociación Nacional de Inteligencia Emocional) cuyo tema fue: La inteligencia emocional aplicada a la seducción.
No voy a hacer una crónica descriptiva de la misma.  La podéis ver en el siguiente enlace  http://www.asnie.org/?p=2356 . Sí que quiero destacar la profesionalidad de Fernando. Me ha gustado mucho su valentía a la hora de afrontar los cientos de comentarios de los asistentes-participantes, como a él le gusta llamarnos. No es fácil enfrentarse a 300 oyentes, pedir su participación, mantener la atención de todos, divertir y sobre todo, enseñar. Hay que saber muy bien lo que se lleva entre manos. ¡Enhorabuena a Fernando y a ASNIE!
Aprovecho la conferencia porque  toca un punto importante que afecta al objetivo de este blog. Es importante saber que uno de los pilares para preparar tu futuro puede ser contar con los demás. ¿Y cómo obtener lo mejor de ellos? No es tan difícil, según nos expuso Fernando Pena: hay que seducir.  
La parte más llamativa de su exposición fue la utilización de la palabra ligar. Sí, es interesante  saber cómo hacerlo. Pero la verdadera carga de profundidad estuvo en los métodos que nos fue desgranando para ayudarnos a conseguir no ser invisibles frente a los demás, a tener un espacio propio reconocido e interesante, a animar a los otros a que nos dejen tener un espacio en sus pensamientos. Y para ello cuenta, entre otras armas, el conocimiento del lenguaje corporal. 
¿Y  para qué sirve aprender a seducir? Imagina que en tu empresa eres capaz de hacer que tu jefe considere tus verdaderos valores, que te respete, o que en  la familia no seas un cero a la izquierda, o que cuando tengas algo que decir, seas escuchado en cualquier foro que te interese, o que la gente sepa que eres una persona que puede aportar cosas.
La seducción de verdad no funciona si tras la persona que se presenta hay vacio. Pero si tienes cosas que aportar, si puedes ofrecer, no dejes de hacerlo por no saber cómo. Conoce y usa los métodos que funcionan. Ten confianza, es por una buena causa.
¿Cuándo  fue la última vez que sedujiste a alguien?

¡No tengo problemas!

"Yo no tengo problemas... Y tú no me los puedes resolver"

Ya sabéis que no sólo con palabras se dicen las cosas. La comunicación verbal es otro más de los modos de expresarnos. Y seguramente, el más falso. No, no me he vuelto loco. Eso dicen los científicos. Las palabras las dominamos, las trabajamos con frecuencia. Podemos hacer con ellas cosas muy extrañas. Entre otras, mentir. Así que la frase de arriba no me la dicen con palabras. Veo que la desconfianza acecha. Es su lenguaje corporal el que me comunica esas dos afirmaciones. El cuerpo miente bastante menos. El lenguaje corporal es mucho más sincero (esto también es ciencia). No por nada. Tan sólo es que no lo tenemos tan trabajado. No lo hemos acostumbrado a mentir. Si nos dejaran...

Bueno, pues esas dos frases son las que me tratan de parar. Las que intentan decirme que no les hable de coaching. Porque humilla reconocer que hay cosas en tu vida que quieres cambiar. Es una lástima pero estamos educados así. Mis asuntos son solo míos y sólo los puedo resolver yo. Déjame tranquilo.

Es entonces cuando llega el momento de explicarle - aunque no te hayan verbalizado la afirmación, esta sigue en el aire - que el coaching no arregla problemas. No. En absoluto. Tan sólo ayuda a conseguir objetivos. Eso sí, tal vez si consigues eso que quieres, ciertas cosas dejarán de molestarte.

Por tanto, en efecto, yo como coach, no puedo resolverte un problema -¡y menos aún cuando no lo tienes! Así que centrémonos en el objetivo.

Entonces viene otra vez - verbal o físicamente - aquello de "tú no puedes resolvérmelo". Pues en efecto, no. Ni es mi intención. Sólo te puedo acompañar. Porque la solución serás tú y tus potenciales.

Aquí, quien tienes enfrente suele bizquear. Y me acojo al principio de que el ser humano ha sobrevivido por la curiosidad. No se puede detener frente a ella.

 ¿Entonces? Ahora sí, ahora viene la explicación. Del método, de cómo funciona. Incluso una pequeña demostración del funcionamiento real del coachingNormalmente, quien llega hasta aquí, ya no para. Ni el coach, ni el coachee (¡vaya nombre jodido!). Se junta la curiosidad de ambos por el proceso y por el objetivo. Y eso es demasida suma de curiosidades. Todo empieza a fluir.  
#coaching #lenguajecorporal