Horacio Ruiz |
De vez en cuando me
sumerjo en experiencias nuevas y apasionantes. Esta vez me ha tocado lidiar con
la hipnosis. Curiosidad, expectativas, posibilidades, caminos distintos, …por esto
y mil motivos más me apunté a un curso de hipnosis. Vamos, a un curso para
aprender a hipnotizar.
De la mano de HoracioRuiz he aprendido varios métodos de hipnosis. ¿Con qué fin? Pues para tener una
herramienta que me permita llegar al inconsciente.
Como bien dice un buen
amigo mío psicólogo: “Javier, cada día me doy más cuenta de que todo está en el
inconsciente, de que sobre él sabemos muy poco y además no le damos la
importancia que se merece. Actuamos casi siempre sobre nuestra parte racional
pero creo que la verdad está allí escondida”.
Por supuesto - y para
bien – en el curso se desterraron todas las implicaciones mágicas con las que
nos suelen engatusar – en el buen sentido – en divertidísimos espectáculos de ocio. La
hipnosis no es el show que nos presentan en muchas ocasiones.
Porque es posible
desconectar a nuestro racional y controlador hemisferio izquierdo del creativo
hemisferio derecho, provocando durante un tiempo determinado que el izquierdo
deje de dar órdenes.
Con esto se consigue
tener otra perspectiva de lo que ocurre a nuestro alrededor y de lo que nos
ocurre a nosotros mismos. Esta visión
distinta puede ayudarnos a que realicemos otro tipo de acciones que tal vez
sirvan para mejorar. Para esto se utiliza la herramienta de la hipnosis. Es una
ayuda muy potente para ciertas terapias pero no es una terapia.
Finalmente me gustaría
destacar la importancia de la sugestión en todo este proceso. Quién no quiera
ser hipnotizado nunca lo será. Eso sí, se perderá las fenomenales sensaciones
que aporta el aprender a trabajar con nuestro cerebro en las frecuencias Alpha
y Theta.
Pd.- Se busca personas que quieran ser hipnotizadas por un hipnotizador en prácticas, je.
Por si quieres leer algo sobre realidades y mitos de la hipnosis pincha en este enlace