Gracias a los ordenadores, a las fotos, a los videos,
hablamos con familiaridad de Megas, Gigas, etc. Sabemos que cada información que archivamos
tiene un peso en bits, que no debemos guardar todo porque saturamos el
ordenador y que para evitar esto último, necesitamos ir añadiendo memorias
externas.
Os invito ahora a que miréis vuestro alrededor (360 º) y
observéis todo con mucha atención. Con ese todo no me refiero sólo a hacer una
película de lo que estáis viendo, sino que además le añadáis las sensaciones
recibidas por todos los sentidos. ¿Qué volumen de información ocuparía este
video 5S (cinco sentidos) rodado en unos pocos segundos? Seguramente ocuparía una
barbaridad de Gigas. Si hiciéramos esto
cada día, cada minuto , cada segundo, al final no habría cerebro humano capaz
de almacenar todo esto.
Por eso la mente, inteligentemente, es selectiva. Y para no llenarse de datos innecesarios, hace que
centremos nuestra atención en aquellas cosas que nos interesan. Por eso, tras
comprarnos un coche, nos fijamos en la cantidad de personas que tienen el mismo
modelo, o cuando estamos embarazados, nos fijamos en la cantidad de embarazos
que hay, o si trabajamos en algo
concreto, solemos ver más que otras personas, muchas cosas relacionadas con
nuestra actividad, descartando otras que para algunos son más interesantes.
Y ya que tenemos esta característica, os invito a que la
utilicemos en nuestro favor. ¿Qué ocurre si nuestra tendencia es a verlo todo negro? Pues
seguramente nos mantendremos en la oscuridad. Pero ¿y si decidimos poner
nuestra atención en positivo, en lo que nos ayude, que nos convenga o nos
cambie para mejorar? Seguramente vamos a ver lo que antes ni siquiera
intuíamos, cosas que normalmente pasamos por alto. Tal vez por aquí se inicie el
primer sencillo paso para preparar nuestro futuro. Ya.
¿Cómo puedes focalizar la atención en lo que te conviene? ¿Qué
recuerdas de la última vez que te focalizaste?
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