"Yo no tengo problemas... Y tú no me los puedes resolver"Ya sabéis que no sólo con palabras se dicen las cosas. La comunicación verbal es otro más de los modos de expresarnos. Y seguramente, el más falso. No, no me he vuelto loco. Eso dicen los científicos. Las palabras las dominamos, las trabajamos con frecuencia. Podemos hacer con ellas cosas muy extrañas. Entre otras, mentir. Así que la frase de arriba no me la dicen con palabras. Veo que la desconfianza acecha. Es su lenguaje corporal el que me comunica esas dos afirmaciones. El cuerpo miente bastante menos. El lenguaje corporal es mucho más sincero (esto también es ciencia). No por nada. Tan sólo es que no lo tenemos tan trabajado. No lo hemos acostumbrado a mentir. Si nos dejaran...
Bueno, pues esas dos frases son las que me tratan de parar. Las que intentan decirme que no les hable de coaching. Porque humilla reconocer que hay cosas en tu vida que quieres cambiar. Es una lástima pero estamos educados así. Mis asuntos son solo míos y sólo los puedo resolver yo. Déjame tranquilo.
Es entonces cuando llega el momento de explicarle - aunque no te hayan verbalizado la afirmación, esta sigue en el aire - que el coaching no arregla problemas. No. En absoluto. Tan sólo ayuda a conseguir objetivos. Eso sí, tal vez si consigues eso que quieres, ciertas cosas dejarán de molestarte.
Por tanto, en efecto, yo como coach, no puedo resolverte un problema -¡y menos aún cuando no lo tienes! Así que centrémonos en el objetivo.
Entonces viene otra vez - verbal o físicamente - aquello de "tú no puedes resolvérmelo". Pues en efecto, no. Ni es mi intención. Sólo te puedo acompañar. Porque la solución serás tú y tus potenciales.
Aquí, quien tienes enfrente suele bizquear. Y me acojo al principio de que el ser humano ha sobrevivido por la curiosidad. No se puede detener frente a ella.
¿Entonces? Ahora sí, ahora viene la explicación. Del método, de cómo funciona. Incluso una pequeña demostración del funcionamiento real del coaching. Normalmente, quien llega hasta aquí, ya no para. Ni el coach, ni el coachee (¡vaya nombre jodido!). Se junta la curiosidad de ambos por el proceso y por el objetivo. Y eso es demasida suma de curiosidades. Todo empieza a fluir.
#coaching #lenguajecorporal
#coaching #lenguajecorporal
Yo encontré que, principalmente, las personas que "no tenían problemas" eran los que estaban frustrados por llevar mucho tiempo sin cambios ó las personas con talento que no quieren dar un paso para progresar en su carrera profesional.
ResponderEliminarClaro es que quien no ve obstáculos es porque los obstáculos están en sí mismo y, por tanto, las barreras se las ponemos los demás.
No sé si en el ambito de la vida habitual esto es tan concreto. El rendimiento personal en todos esos casos siempre tiende a ser menor del esperado y esprable, pero la espectativa del sujeto siempre tiende a mayor, de ahí las frustraciones, las reticencias y los desengaños.
Al mismo tiempo, aparece también la tendencia a saltar escalones en la linea de supervisión para intentar desacreditar a los responsables directos.
(NOTA : Perdonad, que siempre me refiera a mi experiencia personal. Es de lo único que puedo hablar en cuanto a coaching)
Hola Martín, tocas un tema que seguro nos dará motivo de conversación en más de una ocasión. Hablas de frustración por llevar mucho tiempo sin cambios. Al tiempo incluyes aquí a aquellos de talento que no quieren dar un paso para progresar.
ResponderEliminarSon dos situaciones distintas. El segundo caso, el del talento, ha elegido mantenerse en su sitación de confort. ¿Hasta qué punto esto le provocaría frustración si ha sido su elección?
El primero, sí, tiene motivos para ello. No hay cambios en su vida, luego está cansado de mantenerse en su zona cómoda. Claro que si se sale, va a tener que aprender nuevas cosas, va a tener que aprender nuevos hábitos. Y no todo el mundo se atreve. Se queja, no se atreve, se frustra.
(Claro que tienes que hablar de tu experiencia personal, para tu tranquilidad es lo que yo hago siempre. Tu experiencia es la que queremos aquí. Gracias. )
Javier, yo me voy a detener en lo del lenguaje corporal. En eso que has comentado de que el cuerpo con sus gestos no miente. Y es una gran verdad. Lo de que un gesto vale por mil palabras, en el caso de mi trabajo es fundamental pues con esos gestos de los adolescentes sentados hora tras hora a la espera de que algún profesor les enseñe de forma divertida y les sorprenda, se pueden detectar posibles síntomas de algún problemilla a corregir para poder lograr el objetivo con menos dificultades.
ResponderEliminarUn abrazo.
En el curso de especialización que he hecho tengo un compañero sensacional que es directo de un colegio. Y en efecto, utiliza mucho esta herramienta para trabajar con los chavales.
ResponderEliminarQuien sepa leer/interpretar este idioma tiene una fuente de información contínua garantizada. Mayor de lo que muchos sospechan.