Desde que tengo uso de razón he tenido la certidumbre de que existe una sensibilidad especial que te permite acercarte a otra persona con un nivel de profundidad casi mágico. Sin saber cómo ni porqué, te conectas al otro y vibras en su misma frecuencia. Puedes decir que sabes lo que piensa, lo que siente, sin palabras e incluso sin cercanía.
Para mí, siempre fue magia. Incluso sentía cierta vergüenza al comentar determinados sucesos "extraños". Es muy posible que a quien le contara lo que me ocurría me tildara de loco. Pero parece ser que no. Que aún no estoy para encerrar.
Os adjunto un enlace a un programa de REDES. Vale la pena verlo.
#neurociencia
#herramientascoaching
http://www.youtube.com/watch?v=NORRb11M05k
#neurociencia
#herramientascoaching
http://www.youtube.com/watch?v=NORRb11M05k
Javier, me ha parecido interesantísimo el episodio del programa REDES sobre las neuronas espejo. De veras que he sido consciente de la misión que tienen las mías cuando me enfrento a mi alumnado con el objetivo de entenderles para que me entiendan. Lo que yo hasta ahora llamaba “estar en sintonía” o “tener química” con el alumnado resulta que acaso se trataba de tener alerta las neuronas espejo.
ResponderEliminarCompañero, te-nos-queda investigar sobre otra fase. La de la empatía que se establece a través de la web. En qué medida, sin presencia física, nuestras neuronas espejo son capaces de actuar.
Un abrazo.
Pues a mí también me ocure alguna cosa rara. ¡Cuántas veces estoy pensando en llamar a alguien por teléfono, suena el mío y es esa persona!
ResponderEliminarComo esto sea ciencia también, voy a empezar a preocuparme...