Querido fin del mundo:
¡Me la has vuelto a jugar! Sé que es la 186 vez que esto ocurre. 186 veces sin cumplir tu palabra de que esto se acaba. Y no puede ser. La semana pasada no felicité a nadie las Navidades, abandoné todas las obligaciones. ¿Ya para qué? Esto se acababa. Así me lo dijiste.
No es fácil que alguien me cuente algo y no prestarle atención. Y es que uno ya está permanentemente con la antena levantada para ayudar a quien haga falta. Y sin embargo, lo hice. Me taponé los oídos con cera. Sus problemas no iban a durar mucho. Así que ¡para qué oírle?
Pasé de afeitarme, ducharme y cualquier cosa relacionada con la higiene. Lo mismo daba. Pa una semana...
Tampoco afronté ninguna situación difícil, total se iban a acabar todas. Me permití pasar de todos en el ámbito laboral porque me fié de tu palabra. Es más, acabé con todas las existencias de alimentos y alcohol de casa, porque para que tu los destruyeras, mejor me las llevaba yo encima. Ni hipertensión, ni colesterol, ni ná.
Crucé con todos los semáforos en rojo sin preocupación, me excedí de velocidad...¡Qué risa cada vez que se encendían los flashes de las cámaras! No me iba a llegar ninguna foto..., dejé impagados los recibos de la luz, del agua, del teléfono,..., y el dinero lo utilicé para el spa, más tabaco, alcohol y una buena mariscada.
¿Y ahora qué? Hace ya un día que tenías que haber acabado con todo esto y no lo has hecho aún. Así que la denuncia que te voy a poner va ser de órdago. No puede ser que ahora me toque volver a leerme todo este blog para recordar las cosas que tengo que hacer, que tenga que llenar la nevera, ¡que tenga que preparar todas la felicitaciones de Navidad, que me toque ser bueno en estas fechas tan especiales, que...
En fin, os dejo un video que os vendrá bien para recordar nuevamente todo lo que nos viene por delante. (Este video es genial, prestarle mucha atención) Un 10 para Inknowation. Vale la pena verlo y guardarlo.
Javier, efectivamente, el mundo no se acabó. Yo fui bastante más previsora y mandé mis mejores desos navideños a mis allegados. Seguí mi rutina, miento, me salí de la misma e hice un viaje hacia otro mar. Te aseguro que ha sido una recarga de pilas para ir gestionando la vida que nos queda por delante y para ser consciente que hay cosas que hay que dejar a la improvisación. Esto último es lo que has hecho recurriendo al estupendo video que nos dejado. Volveré de nuevo sobre el diseño de esas imágenes y su suculento contenido en otro momento de menos campanillas navideñas.
ResponderEliminarResérvame un ejemplar de tu libro. Ya comentarás los pasos a seguir para hacernos con el mismo.
Un abrazo.
Hmmm, un cambio de aires siempre renueva. Pero acuérdate que para tenerlo no es necesario viajar. Por eso he puesto el video, me encanta la propuesta de cambio que hace. Haces bien en guardarlo y pegarle un vistazo de vcez en cuando. Aún mejor, si ves el video y le vas dando al stop despues de cada dibujo, te aseguro quee tienes para pensar varias horas.
ResponderEliminarGracias por acompañarme.