Estoy
trabajando duro y con constancia para conseguir lo que quiero. Bien, hasta
aquí. De hecho, en este blog ya hemos hablado de la constancia dándole la
importancia que se merece. Alcanzar una meta depende de la constancia.
Pero,.., hay
veces que ese camino se nos hace duro, pesado, casi insoportable. Tanto que nos
altera el carácter, que nos hace sentirnos incómodos, que nos puede hacer hasta
daño. Mentalmente nos supone un esfuerzo terrible.
Por eso necesitamos
un buen aditamento para la constancia: La paciencia.
Vaya, ¿no es
lo mismo? Pues no. Recordemos que la
constancia es la Firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los
propósitos (RAE). ¿ Y qué debemos añadir a esto para que todo funcione bien?
Pues la paciencia, entendida como la Capacidad
de padecer o soportar algo sin alterarse (RAE).
Así que la paciencia es una actitud. Y guarda una relación
estrecha con la calma y la paz. Una
persona paciente es aquella que sabe esperar y logra tomarse las cosas con
tranquilidad. La paciencia también representa la facultad de aprender a
aguardar por alguien o por algo sin perturbarse durante la espera. Quiero destacar la palabra “aprender”. La
paciencia se aprende.
La paciencia es un rasgo de personalidad madura. Es la
virtud de quienes saben sufrir y tolerar las contrariedades y adversidades con
fortaleza y sin lamentarse.
Y por favor, no confundir la paciencia con el pasotismo. No
se puede acusar de pasota a quien sabe lo que quiere, como conseguirlo, el
esfuerzo que supone, las contrariedades que va a tener, lo que depende de uno,
y admite que la vida no es una línea recta y de una única dirección.
Sed pacientes con mis escritos.
Hola Javier
ResponderEliminarMe has dejado claro con el post que no tengo nada de paciencia , ¡quiero todo ya!. Reconozco que tengo constancia pero tranquilidad y paciencia no son mis virtudes. Me alegra saber que se aprende, he intentare hacerlo pero me has dado un buen consejo en ningún momento de estos últimos tiempos me he parado a pensar que se debe de ser paciente para ver bien el camino, mas bien todo lo contrario quiero arreglar todo mi futuro en un mes ...o antes.
Y, claro, eso no puede ser.
Como siempre MUCHAS GRACIAS.
NOELIA.
Pues sí, se aprende. Como siempre en las pequeñas cosas, en esas que sabemos que son necesarias pero que nos alteran. Bueno, pues mientras las hagas, piensa en el para qué las haces. Entonces, si está bien razonado, respirarás mejor. ¡Y te saldrá una sonrisa!
ResponderEliminarNos leemos.