Tengo un amigo que es
capaz de recordar una cara y su nombre asociado aunque haya transcurrido mucho
tiempo. Siempre me sorprende porque ´cuando me habla de alguien suele tener que
hacerme todo un historial del esa persona. “¿No te acuerdas que le vimos en tal
sitio, que se llama tal y que nos dijo que,…”. ¡Igual está hablando de alguien
que conocimos quince años atrás!
Le sorprende y se enfada con mi poca memoria. Yo intento
engañarle diciéndole que sí, que me acuerdo. Eso le tranquiliza. Pero a mí no.
Ese acto que mi amigo es capaz de hacer supone un homenaje a
la persona citada. Recordarle, saber su nombre, ubicarlo en el momento justo,
supone darle una importancia a la relación. Reconozco que a mí me gusta cuando
alguien a quien no veo desde hace mucho tiempo se acuerda de mí. Más aún si
nombra hechos comunes o me dice que aún se acuerda de mis comentarios. ¿Por qué
si es algo que me satisface no pienso que a los otros les ocurrirá lo mismo? A
partir de ahora voy a ponerme manos a la obra para intentarlo.
Como está demostrado que las emociones ayudan a asentar
mejor los recuerdos, voy a intentar fijarme más en los gestos, en la cara, en
ubicarlo, en recordar el nombre, y en “adjuntarle” una emoción. Tal vez esto me
sirva. No quiero dejar de hacer algo que me gusta que hagan conmigo.
Alguien dijo que no hay sonido más dulce para tu oído que
escuchar tu nombre. Pues entonces es un regalo que voy a intentar hacer.
Perdonadme quienes me conocéis de antes si no me acuerdo de
vuestro nombre. Sabed que si nos vemos a
partir de ahora, quiero guardarte en un sitio de mi corazón. Te nombraré.
Una reciente investigacion que relaciona el azucar con la memoria. La informacion nunca esta de mas.
ResponderEliminarhttp://www.abc.es/salud/noticias/demasiada-azucar-hacer-perder-memoria-11981.html
Hola anónimo/a: Tal vez sea por eso que me acuerdo de pocas cosas. Pero estarás conmigo en que un buen momento dulce, deja siempre gratos recuerdos,...
ResponderEliminarGracias por acompañarnos.