No soy un especialista en viajes. Reconozco que tampoco me gusta organizarlos. Es más, me cuesta pensar en la idea de salir y abandonar los hábitos diarios. Pero,...una vez en el destino, ¡a disfrutar!
El viaje no necesariamente tiene que ser allá donde se pierde el mundo. No. Es salir de tu entorno habitual y abrir los ojos. A partir de aquí empieza a cobrar sentido. Ver, oir, hablar, en una palabra, intentar absorber lo que te rodea. Y sobre todo, aprender. Nada es igual a lo tuyo. Y el principio para empezar un nuevo camino está en el aprendizaje. En la duda frente a lo conocido, en poner en tela de juicio todo lo que te rodea. La pregunta continua que te haces cuando caminas por un sitio desconocido te hace abrir la mente.
En este viaje que estoy realizando salto de sorpresa en sorpresa. O más bien, para no exagerar, lo que me rodea consigue mantener en alerta mi curiosidad.
Ciudades más amables en edificación que en la que vivo habitualmente, horarios menos extensos, clima desapacible, gentes que a poco que quieras hablar con ellos, te atienden, o tiendas en la que ya no existe personal cobrando en las cajas, negocios pequeñitos y muy personales, universidad espectacular, con pocas clases y horarios de clases muy reducidos que resulta que es una de las mejores universidades del mundo,..., en fin, estoy en Inglaterra donde si me descuido me atropellará algún coche porque no hay ningún conductor que esté en su sitio.
Un viaje es una experiencia gratificante y única que te va a hacer mantenerte despierto frente a los cambios y a las diferencias. Una buena enseñanza. Aprovéchate en cuanto puedas. Aunque sea ir al pueblo de al lado.
En "El club del Coaching" pretendemos acompañarte a preparar ya tu camino, a no demorar las decisiones que te llevarán a una vida más plena. Contigo, con tu fuerza actual, es posible iniciar esta maravillosa aventura. Si quieres, te ocurrirán cosas.
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Javier, para empezar, desearte que tu viaje por el mundo anglosajón te aporte más de lo que has ido a buscar. Estoy segura que así será. Cualquier aventura a otro entorno, por cercano que esté, siempre nos ayuda a conocer otras realidades, a aceptar esa diversidad en todos sus ámbitos, cultural, social, ambiental, económico, ..., y, como tú bien dices, a sorprendernos y a aprender de ellas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues la verdad es que siempre hay algo nuevo, algo distinto o simplemente, algo que te hace meditar. Por resumir algunas cosas, he visto cantidad de españoles trabajando allí, un montón de personas de todas las razas, una seriedad impensable en España en el entorno de la contratación laboral, precios de órdago (todo carísimo), una universidad carísima e impresionante, chinos a punta pala, en fin, que me da para recordar un montón de anécdotas, revisar ciertos principios y pensar en determinadas soluciones que dan los ingleses a la crisis. Muy,muy interesante.
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