Imaginemos por un momento que
existiera una fórmula de la creatividad, una fórmula como la de la imagen que nos indique la capacidad de ser
creativos.
En ella, C nos da el valor de la creatividad, e representa
el valor de la emoción y t el trabajo.
Vemos que una emoción fuerte y una capacidad de trabajo
alta, nos da como resultado una creatividad elevada.
Pongamos un ejemplo sencillo: A Juan le encantan los juguetes
mecánicos. Cuando tiene uno en sus manos le cambia la cara. Le gusta tocarlos,
jugar con ellos, averiguar su funcionamiento, e incluso destriparlos para ver
su interior. Cuando lo hace el tiempo se le pasa volando. Está emocionado. Quiere ser
constructor de juguetes. Sabe que para ello necesita estudios de ingeniería. Se pone a ello y acaba sus estudios. Con este
bagaje técnico es capaz de entender mucho mejor su funcionamiento. Tras mucho
trabajo es capaz de crear un juguete nuevo, distinto.
Veréis que su capacidad de creación es enorme porque ha
juntado los dos factores de la fórmula: emoción y trabajo.
¿Qué ocurre en un trabajo cuando anulamos el factor
emocional? Pues como se ve, la creatividad es cero. Esto ocurre en muchas
empresas. Aunque se trabaje mucho, no hay progreso, no hay adecuación al
entorno, no hay capacidad de diversificación porque han anulado totalmente la
emoción.
¿Y se puede llegar a valor de creatividad negativo? Pues sí.
El término trabajo no puede ser cero (salvo que hablemos de destrucción) pero
sí que se puede tener emociones negativas (el odio, la envidia, etc). ¿Os
imagináis qué ocurre cuando alguien se pone a trabajar de verdad alimentado por
esa emoción negativa? El efecto es la anticreatividad, el bloqueo del sistema,
el poder de devastación de un sistema ( siendo el sistema la empresa, la
pareja, la amistad, etc).
También quiero destacar el término trabajo, que en la fórmula
de la creatividad, lo elevamos al cuadrado. Esto rompería con la filosofía de
los ultras de la psicología de la felicidad, que tratan de vendernos la
inutilidad del esfuerzo, el valor cero del trabajo. Con un trabajo-esfuerzo
cero, lo siento pero, no hay creatividad.
Y finalmente, es bueno recordar que si la creatividad
funciona, es decir, si la tenemos en positivo, resulta que se realimenta. A más creatividad, más emoción. Y si mantenemos
constante el trabajo ( ¡que este factor tiene un límite!), la creatividad
aumentará gracias al incremento de la emoción.
¿Qué resultados obtienes en tu entorno si aplicas esta
fórmula?
Pd 2.- Como recordatorio de lo que es una emoción os enlazo con otra entrada anterior: http://preparatufuturoya.blogspot.com.es/2012/11/emociones-y-sentimientos.html
Tras releerla prometo que haré otra más profunda sobre este asunto ya que veo que es importante aclararnos (yo el primero) con determinados conceptos.
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