En
alguna otra ocasión ya he comentado que me gustan las series de televisión.
Incluso alguna vez les saco partido. Esta vez me sirve para hacer la entrada de
hoy.
Estoy
ahora con “Boston Legal”. En esta serie los protagonistas principales son dos
abogados narcisistas, egoístas, cínicos y machistas. Con estos mimbres
parecería difícil sacar algo de provecho pero reconozco que me tiene enganchado
y que por contraposición me hacen pensar más de una vez (por capítulo).
En el último que he visto, uno de ellos (Allan) le comenta al otro (Dani) que no le gustaría morirse pensando que nadie ha llegado a conocerle. Y Dani, el más mayor, le espeta:
"Cuando muera no quiero que me recuerden como soy, basta con que se crean mi version".
Reconozco
que esta frase me dejó impactado. Es una
bomba. Otra vez más, una excusa para darle a la cabeza.
Porque
si nuestro carácter es genética en una parte bastante importante, entonces los
cambios son difíciles. Esto supone que tenemos que hacer grandes esfuerzos, a
veces titánicos, para ser como queremos ser e imponernos a la fuerza de
la biología.
Por
poner un ejemplo, si yo tiendo a ser iracundo y no me gusta eso en mí, tengo
que trabajar mucho para que me reconozcan como persona tranquila. ¿Quiere decir
eso que dependo de lo que opinen los demás? Pues no, elijo ser tranquilo aunque
eso suponga verdaderos conflictos internos. Eso sí, si alguien se percata de mi
sosiego entonces quiere decir que he voy consiguiendo lo que me propongo. Quiere
decir que supero a mi genética y que tengo dominio sobre mí. Eso me gusta.
Así
que con esos cambios consigo, en cierta manera, vender mi versión, mostrar la
imagen que quiero. ¿Es falsear la realidad?
¿Es sentirse reconocido en un esfuerzo? ¿Me dañará provocar ese cambio? Aunque tal vez la más importante sea ¿Cómo puedo cambiar para que la imagen que quiero dar sea la misma que la que reciban y además esto no me vuelva loco o enfermo?
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