He vuelto de vacaciones.
Gracias por esperarme. Han sido intensamente positivas tanto en lo personal
como en lo familiar. Más no puedo pedir.
Veo que muchos de
vosotros me habéis hecho caso paseando por este blog. Me encanta. Las entradas
que hay aquí intento que sean intemporales.
Quiero que sirvan para leerlas en cualquier momento. Más feliz me hace ver que el
número de lectores de los países de habla hispana va aumentando cada día. Ya
son casi el cincuenta por cien de las visitas. Vienen desde Estados Unidos,
pasando por México, Venezuela, Perú, Panamá, Colombia, Chile, etc, ¡Qué lujazo! Gracias. También quiero agradecer
las visitas desde Francia, Alemania, Polonia y Rusia… Esto me sorprende. Por
supuesto, gracias a los visitantes españoles que durante mucho tiempo son el soporte
de este blog.
En cuanto a las
vacaciones, que es el asunto de hoy, tan sólo quería comentaros algunas de las
actividades que he realizado, por si acaso os apuntáis. No he parado. Este
periodo suele ser bastante fructífero para mí. Con tiempo para perder, encuentro lo que
perdí. O mejor dicho, vuelvo a aquellas cosas que en algún momento siempre he
querido hacer. Por ejemplo, dibujar a lápiz. No tengo ni idea, no sé nada,
tengo una mano que parece una zapatilla, pero siempre me hubiera gustado
aprender. Así que, me pongo en marcha. Y como siempre, apoyado por el
maravilloso internet. Ahí os dejo
un enlace que os puede servir de inicio.
Yo ya tengo trabajo para todo el 2015.
¿Y cómo me ha dado por
ahí? Pues haciendo un curso de técnicas de creatividad https://www.miriadax.net/web/tecnicas-creatividad-4edicion
me di cuenta de que me quedaba parado en determinadas técnicas porque no se
representar gráficamente mis ideas. Me dio rabia. Así que, a dibujar toca. ¡Y
estoy disfrutando como un loco!
Pero claro, no sólo de alimento
espiritual vive el hombre. También es necesario alimentar el cuerpo. Así que ya
voy trabajando la cocina, sin prisa y sin pausa. También internet es un libro
abierto. ¡Madre mía lo que hay ahí! Así que cada día puedo comer más lo que me
apetece.
Y para cerrar este
capítulo sobre vacaciones, que se preparen un par de amigos míos a los que les
tengo guardada alguna propuesta. El tener momentos de inactividad me ayuda a
calentarme la cabeza pensando en nuevos proyectos.
Así que a estas cosas he
dedicado las vacaciones. A pensar por dónde iba a funcionar en el 2015. Al
final del año que viene os cuento. Espero que este 2015 os sea tan apasionante
como creo que se me presenta a mí. ¿Nos lo cuentas?
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