- A ver si tengo suerte y me caen unas clases
más. Me vendría muy bien para completar los ingresos que tengo. Necesito tener
algunos alumnos más.
- ¿Qué has hecho al respecto?
- Pues soy buen profesor. Tengo los
conocimientos técnicos suficientes.
- Ok, perfecto. ¿Qué más?
- He llamado a todos mis contactos
recordándoles que empieza la temporada y que de nuevo estoy en activo.
- Muy bien. ¿Algo más?
- No, suelo hacerlo así.
- ¿Y qué resultado estás obteniendo?
- Pues tengo un grupo. Pero me gustaría tener
dos o tres más.
En este blog hemos escrito varias entradas
que tratan sobre la posibilidad de que ocurran las cosas. Estas pueden ser insatisfactorias, normales,
suficientes o excelentes. En este caso concreto, hablaríamos de que le están
ocurriendo cosas normales. Ha aplicado el principio de esperar y no esperanzar.
Bien.
Permitidme que me esta vez haga un pack de entradas y os remita a ellas. Allí tenemos la explicación de los pasos a aplicar para llegar a la excelencia en los resultados.
En primer lugar su formación técnica y su actitud le pone en una espera en acción. Ya
tiene un grupo de clases.
¿Se puede mejorar esto? ¿Podría dar el
salto a “suficiente”? Pues sí, para ello debería atraer el futuro. Es decir,
actuar como si ya tuviera más grupos.
¿Su situación puede pasar a ser excelente? Pues
también. Sin prisa y sin pausa, debería trabajar el control mental, la puesta
en acción en su mente.
Con estas actitudes y aptitudes aplicadas
todas en marcha y a la vez: conocimientos técnicos, relaciones personales,
espera activa, atracción del futuro y visualización, es difícil que no alcance
resultados extraordinarios. Y todo esto no es magia. Es voluntad. Eso sí, y
perdonad que me repita, todas las acciones a la vez. Con pleno convencimiento.
¡Funciona!
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