Me
gusta buscar personas que valen la pena. No es fácil encontrarlas, no. Como he comentado en otro post, nos conviene rodearnos de gente interesante. ¿Qué baremo aplico para ello? Lógicamente hay muchos puntos a
tener en cuenta pero creo que hay uno que me parece bueno. La idea me vino
tras la conversación que tuve con mi amigo psicólogo. No me acuerdo a santo de
qué soltó una frase lapidaria de Buda: El dolor es inevitable, el sufrimiento
es opcional. Él sabe
que me encanta tomar nota de estas cosas así que le veo sonreír cuando me ve
lanzarme sobre mi libreta como un poseso…(pero esto es otra historia).
A lo que iba. Conozco gente que a pesar de sus dolores
es capaz de hacer que quienes le rodean estén a gusto a su lado. No niegan su
dolor (de cuerpo o espíritu), porque éste es real y existe. Ni siquiera dejan
de sentirlo, porque alguna vez les ves ese rictus que te indica lo mal que lo
están pasando. Pero lo filtran, se adaptan y adecuan su nivel de sufrimiento. Sufrir es aguantar,
tolerar y soportar (eso dice la real academia en su quinta acepción). Hay
que reconocer que esto solo lo puede hacer alguien con una voluntad de hierro. Que además es muy inteligente, porque sabe que esa actitud le ayuda a soportar,
mejorar, incluso curar esa dolencia. Y le podemos añadir que es generoso porque quiere aportar felicidad a su alrededor. ¿Se le pueden pedir mayores capacidades a alguien?
Soy quejica y sé de la dificultad de
afrontar con entereza un buen dolor. Así que no
puedo más que admirar a quien es capaz de sufrirlo con gallardía y
además, para más inri, es capaz de regalarnos una buena sonrisa.
¿Cómo te sientes cuando estás con alguien
que tiene ese poder? ¿Para qué te gustaría ser así?
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