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Ser vulnerable es normal

Superman es vulnerable, la Kriptonita le puede matar.  Y si hasta éste héroe del comic lo es, ¿qué nos puede ocurrir a nosotros? Pues que también lo somos. Vulnerable es quien puede ser dañado  física o moralmente.  No creo que haya nadie que se escape de esto. Es decir todos lo somos.  Vivir es ser vulnerable. Va en la naturaleza.
Ahora bien, el cómo se afronta esto es lo que nos hace más o menos fuertes. Alguien dijo que madurar es aceptar la vulnerabilidad. Tenía razón.
Tal vez el primer paso sea reconocer ese punto oscuro. Buscarlo, racionalizarlo, e incluso sacarlo fuera.  No quiere decir que nuestro Superman deje de morir si es tocado por la Kriptonita. No hay psicólogo que pueda curar esto. Pero convivir con ello, hacer lo posible para no estar cerca de la Kriptonita; saber moverse con este hándicap nos puede ayudar a vivir,  a no   estar en un permanente sinvivir.
El reconocer una vulnerabilidad no es signo de debilidad. Si una lesión no te permite correr,  o tu coeficiente intelectual no te deja entender algo, el madurar supone que podrás encontrar otra forma de ejercicio físico o usar otros valores que te lleven a desarrollarte como persona.  Es más, el decirlo en el foro adecuado, el explicarlo, el hacer que te entiendan, puede ser un buen punto de apoyo que nos hace más fuertes.
Ser débil es utilizar esa vulnerabilidad como límite a una única salida. La inteligencia, la madurez, el reconocimiento y puesta en marcha de tus valores, te pueden llevar a transitar por otros caminos paralelos tan fructíferos como el que tienes vetado.
Si Superman se hubiera quedado bloqueado por la Kriptonita nunca habría llegado a ser el héroe que fue. Sí, ya sé que en el papel, en el comic,  todo puede ocurrir pero ,…, también puede ocurrir de todo en la vida. Búscala sin miedo.
¿Cuáles son tus puntos vulnerables? ¿Son reales o imaginarios? ¿Qué alternativas buscas?

Pd.- El artículo lo redacté esta mañana.  Esta tarde, fisgoneando por ahí, me he dado de bruces con una sensacional charla TED dada por Brené Brown sobre este asunto. Si tenéis un rato vale la pena que la veáis. No me equivocaba con la importancia de la vulnerabilidad y me alegra mucho ver que ya hay gente muy buena trabajando, con profundidad ,sobre ella. ¡Viva la serendipia!

http://www.ted.com/talks/lang/es/brene_brown_on_vulnerability.html

Y para finalizar, os adjunto un buen artículo de Paz Garde, gracias a quien he llegado hasta la conferencia TED.

http://www.coachingparajovenes.com/construyendo-desde-la-vulnerabilidad


Ya tenéis para darle vueltas al cerebro durante un rato. Espero que disfrutéis como yo con estos descubrimientos.


Llamada a tu amor.

Gracias a nuestra genial documentalista Alicia Uriarte, que se dedica a poner retos permanentemente encima de la mesa,  os invito a leer una anécdota-chiste que circula por la red. Ya la había leído pero tras hacerlo otra vez, sé que puede ser una bomba de relojería. Es de esas historietas que no por divertidas dejan de ser didácticas. Es un reflejo fiel de nuestra capacidad de expresión de sentimientos.

De atrevernos a ponerla en práctica nos presentará exactamente cual es nuestra capacidad de inteligencia emocional, es decir nos dará medida exacta de la capacidad para expresar nuestras emociones y sentimientos, que a fin de cuentas eso es la inteligencia emocional.

Un grupo de mujeres se reunieron en un seminario sobre cómo mejorar su relación de amor con su marido.
Se les preguntó a las mujeres: "¿Cuántas de vosotras aman a sus maridos?
Todas las mujeres levantaron la mano.
Luego se les preguntó: "¿Cuándo fue la última vez que le dijiste a tu marido que lo amabas?
Algunas mujeres respondieron hoy, algunas ayer, algunas no recuerdan...
Entonces se le pidió que cogieran sus móviles y que mandaran el siguiente mensaje a sus maridos: “Te quiero, cariño”.
Después se le pidió que intercambiaran sus móviles y leyeran las respuestas de sus maridos:
Estas fueron algunas de las respuestas:
1. Madre de mis hijos, ¿te encuentras bien?
2. ¿Y ahora qué? ¿Has chocado el coche otra vez?
3. No entiendo qué quieres decir!
4. ¿Qué has hecho ahora? No te voy a perdonar esta vez!
5. Ein??
6. No andes por las ramas, dime cuánto necesitas?
7. ¿Estoy soñando?????????
8. Si no me dices para quien es este mensaje, te mato...!
Y la mejor de todas:

 9. ¿Quién eres?

Y esto es lo que ocurriría si son las mujeres quienes se atreven a hacer la pregunta. ¿Qué ocurriría si quienes la hacen son hombres? ¿Qué crees que te contestarían a ti (hombre o mujer) si te atrevieras a mandar este mensaje?
Por cierto, si tenéis un ratillo acordaros de releer este otro post, así completamos las tareas del teléfono.

Motivos para ser perezoso


En la conferencia a la que asistí el otro día, el orador nos comentó que las personas somos muy cognitiva pero poco conductuales (bueno, esto dijo más o menos),  refiriéndose a que  conocemos muy bien lo que hay que hacer y cómo, pero que luego no lo ponemos en práctica.  Vamos, que nos llamó perezosos  y no sin razón.
Salvo si la atonía, o el tedio nos viene por enfermedad (¡como por supuesto es mi caso!)  será bueno que le demos un par de vueltas al concepto de pereza y pensemos si es una buena compañera de camino.
Lo más normal es achacarnos a nuestra fuerza interior la sentencia: “Es que soy un vago”. Una vez establecida esta premisa, todo lo que no hacemos a continuación tiene una justificación perfecta (“Es que soy mu perro”).
Es bueno que sepamos que frente a la pereza se encuentra la diligencia (esmero y el cuidado en ejecutar algo). Y esta virtud, como todas,  se trabaja. ¿Cómo? Cumpliendo los compromisos, poniendo entusiasmo, y trazándose metas fijas con objetivos asumibles.
Hay barreras que nos pueden bloquear el intento de ser diligentes y que deberemos pensar un poco:
  • Falta de beneficio en relación al esfuerzo utilizado.
  • Falta de reconocimiento en el trabajo o actividad realizada.
  • Falta de preparación para realizar la tarea.
  • Falta de motivación.
  • Monotonía laboral.
  • No reconocer los talentos.
  • Que sea una tarea penosa, que cause cualquier trastorno físico o mental, como dolor de espalda, dolor de cabeza o hastío.
(Wikipedia dixit)
Si nos reconocemos en alguna circunstancia de este tipo,  es que  algo tenemos que cambiar. Uno de estos pueden ser los motivos de  la inacción, la depresión o incluso la enfermedad.  ¡Evitémoslo! ¿Cómo? Ahí van un par de preguntas: ¿Cuándo ha sido la última vez que te has sentido diligente? ¿Qué satisfacción has obtenido?

Inteligencia emocional (en la empresa)


Juan Pedro Sánchez
http://lapalancadelexito.com/
He tenido la suerte de poder asistir a una conferencia genial organizada por Asnie (Asociación Nacional de inteligencia emocional). 
Quienes seguís este blog, sabéis que aún no he hablado de empresa y trabajo. Tal vez porque pienso que si somos capaces de trabajar bien en nuestros “asuntos internos” luego esto quedará reflejado en el trabajo. Por lo menos eso espero. Si no es así se me vendrá todo este castillo abajo.
Bueno, a lo que iba, asistí a la conferencia impartida por Juan Pedro Sánchez y que se titula: “Apagón emocional en el Homo Laboris”. Fue genial. La lluvia de ideas que expuso, el modo de presentarlas, el dominio del auditorio, y la simpatía, humildad y sentido crítico, hicieron que el público asistente disfrutara durante hora y media.
No os voy a contar la multitud de trucos que utilizó para mantenernos en atención permanente. Hay que ir a verle. Además es un verdadero showman. Pero sí que os comentaré algunas de sus ideas principales que, además de ser magníficamente expuestas, son razonables, bien razonadas y científicamente argumentadas. Como él dice, sus conferencias son 3D: Didácticas, divertidas y dignas. No puedo estar más de acuerdo. Lo demostró.  
Se basó en que la aplicación de la inteligencia emocional en la empresa es vital para conseguir buenos rendimientos y resultados. Habló de la influencia enorme de un CEO, director o jefe de equipo sobre su gente. De cómo su estado de ánimo puede llevar a la locura a los empleados. De que la empresa debe hacer percibir al empleado que sus demandas son retos y no amenazas. Insistió en que en muchos casos sólo con que la empresa sea capaz de dejar de desmotivar, el salto cualitativo y cuantitativo es enorme. No pedía más.
Su resumen final, genial, aportó un sinfín de ideas. Destacar entre las que propone que las empresas deben implantar una estrategia emocional corporativa (yo de momento no he visto ninguna que la tenga y sería bueno) y que la aplicación de la inteligencia emocional en la empresa,…,¡se puede medir!
Necesitaría muchos folios para hacer un resumen de todo lo que allí planteó y luego leerlos en voz alta para acordarme de todo (seguramente le pediré ese montón de folios que nos presentó en la conferencia).
En fin, desde aquí felicitar a Juan Pedro Sánchez y darle las gracias por lo que nos dio. Podéis seguirlo en su blog La palanca del éxito. Le añado a mi lista de blogs favoritos
 
Por supuesto, esto nos abre una nueva carpeta en nuestro blog para hablar sobre trabajo y empresa, que también nos afecta en el devenir diario. Tenemos por aquí más motivos para la conversación.