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Emociones y sentimientos


Busco no repetir temas entre otras cosas porque nos quedan tantos por delante que entonces este blog necesitaría una frecuencia diaria. Y no quiero mataros ni morir en el intento.  Pero claro, tras la conferencia que dio la Asociación Nacional  de Inteligencia emocional en Valencia, me apetece comentar algunas de las cosas que allí se dijeron.
Quiero destacar que lo primero que dijo el conferenciante Miguel Angel Diaz, es que tuviéramos cuidado cuando saliéramos a la calle porque si se nos ocurría comentarle a alguien que hay que hacer un uso responsable de las emociones nos tildarían, como poco, de locos.
Siguió con una distinción entre emociones y sentimientos. Esto es muy importante. Solemos confundir ambas palabras. Como en este blog vamos a tratar muchas veces sobre esto, recordaré la diferencia entre ambos.  Una emoción es una reacción psíquico-física frente a un hecho.  Podríamos decir que es nuestra reacción instintiva.  Y un sentimiento aparece cuando pasamos esa emoción por el  intelecto.
Básicamente la inteligencia emocional nos ayuda a reconocer esas emociones y a trabajar en nuestro favor los  sentimientos actuando sobre nuestra psique (espero no haberme equivocado en la interpretación).
Los sentimientos provocan reacciones químicas en nuestro cuerpo. Y estas pueden ser beneficiosas o dañinas.  Si gestionamos bien esas reacciones pueden actuar a nuestro favor.  El conferenciante trató de dar el mayor número de confirmaciones científicas sobre estos asuntos. Por eso, lo que hace unos años era  pura especulación ahora se convirtiendo en realidad confirmada.
En fin una conferencia que yo recomendaría  a todo el mundo y sobre todo que se impartiera a nuestros jóvenes en los colegios. Creo que ayudaría a cambiar muchas actitudes.  Pero esto será motivo de otra entrada.
Como resumen, éxito total de asistencia (aforo de casi doscientas personas sobrepasado y en día de fútbol) y conferencia más que amena , divertida e interesante.  Destacar que el 80% del público asistente fue femenino.  Entiendo que amén de la belleza del conferenciante, habrá otros motivos para que  las  mujeres estén más pendientes de estos asuntos que los hombres.
Y yo saco de esto que si bien un constipado, el que llevo encima, sé que sin medicinas se curará en 7 dias o con medicinas en una semana, aplicaré los conocimientos aprendidos para ver si esta gripe me dura tan solo 168 horas.
Enhorabuena a ASNIE (Asociación Nacional de Inteligencia Emocional) y a su conferenciante-presidente.  Por cierto, hacerse socio de ASNIE es gratuito y vale la pena.  Lo digo desde la objetividad de no haberme apuntado,…, aún.
Hale, y ya os dejo en paz para una semana.
Bueno, no. ¿Qué emociones asociarías a un sentimiento? ¿Conoces, analizas y piensas sobre tus emociones? ¿Puedes controlar tus sentimientos para convertirlos en sanadores? 

Inteligencia emocional


Hace muchos años, siendo muy jovencillo, me hicieron en el colegio un test de inteligencia. Me quedé en la media.  Un exámen más en el que confirmar mis aburridas estadísticas.

Hace poco tiempo volví a hacer otro.  Capacidades matemáticas, espaciales, …una batería  de test que me confirmaron en mi posición. Salió exactamente el mismo número que salió casi 40 años atrás.  ¡No había mejorado nada! ¡Toda una vida para mantener la misma posición!

 Mi  único consuelo es que no he perdido aún capacidades.  Espero volverlo a confirmar dentro de otros treinta años…
Ahora bien, en su momento ese test me dejó un vacio. Los resultados que arrojaron no me cuadraron con las percepciones que yo tenía de mis compañeros de clase.  No todos los líderes de la clase tuvieron los mejores resultados.  Tampoco los obtuvieron los que se les veía más felices, menos aún muchos de los que hacían de la clase un lugar de convivencia. Aquí casi, casi, era al revés.
La tranquilidad me la dio la aparición de los estudios sobre una inteligencia distinta, la inteligencia emocional. Esta me ayudó a ubicar a  la gente de manera más congruente.
¿Qué es la inteligencia emocional? La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. Este término se hizo popular gracias a Daniel Goleman, con su célebre libro: Emotional Intelligence, publicado en 1995.
Hoy he traído este tema porque un buen amigo mío Miguel Angel Diaz ha creado la Asociación Nacional de Inteligencia Emocional y el próximo Martes día 20 va a dar una interesantísima conferencia “Sentimientos que matan sentimientos que curan” y que aconsejo no perderse a quien se pueda acercar por Valencia (España).
Sobre inteligencia emocional volveremos en muchas ocasiones, nos va a dar mucho juego con preguntas como ¿Se pueden dominar las emociones? ¿Podemos cambiar nuestras emociones? ¿Para qué?¿Cómo nos influyen?
De momento os dejo este dato: La investigación realizada a nivel mundial por The Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations, arrojó un resultado sorprendente y vinculado a nuestro Cociente de Éxito: el mismo se debe un 23% a nuestras capacidades intelectuales, y un 77% a nuestras aptitudes emocionales.

Hablar de dinero


Uno de los asuntos más difíciles para mucha gente es hablar de dinero.  No de las cuentas del Estado, de lo que gana uno u otro, ni siquiera de lo que uno genera.  Me refiero más bien a esa negociación en la que estás ofreciendo un producto o un servicio  y en el que además te va en ello parte de tu superviviencia.
Una negociación salarial, un acuerdo de condiciones, un cierre de negocio, etc.etc.  Poner encima de la mesa la palabra dinero, la cuantificación del mismo suele ser motivo de un mal trago. Tanto que hay quien se queda bloqueado o es capaz de admitir casi cualquier cosa.  Claro que luego si el precio pactado no es el adecuado, viene el inconformismo y la insatisfacción: “Me han engañado”, “No es esto lo que yo quería”… o lo que es peor, el autoreproche: “Soy un cobarde”, “estoy así por mi culpa”, “se ha salido con la suya”.
Esta situación creada por no saber hablar de dinero  se mantiene durante bastante tiempo y crea un malestar que suele llegar a ser insoportable.
Un poco más adelante, cuando la ocasión se repite, lo que se hace es tratar de evitarla. Esto nos lleva al bloqueo y a no dar salida a nuestras opciones.
¿Qué hacer frente a este problema?  Desde luego contestarnos con sinceridad a las siguientes preguntas:

-          ¿En qué momento voy a tener esa conversación?
-          ¿Qué estoy ofreciendo para que  el asunto económico me sea favorable?
-          ¿Hasta dónde estoy dispuesto a transigir?
-          ¿Qué ventajas obtendré si todo se desarrolla como tengo previsto?
-          ¿Cómo me afectará una negativa a mis propuestas?
-          ¿Qué conozco sobre mi interlocutor?
-          ¿Cuándo diré que no?

Tener presente estas preguntas va a hacer que afrontes esta situación de hablar de dinero con mayor seguridad.

Un año de rodaje


¡Este blog cumple un año! Y me alegra no por lo que ya se ha hecho sino porque por delante nos espera una aventura sensacional.
Atrás dejamos casi 50 entradas, comentarios y 4500 visitas como señal de la fidelidad de los lectores.
He tratado de aplicar al blog una de las recetas que aquí mismo se han tratado. La constancia. Intentar que todas las semanas aparezca un nuevo artículo. Creo que este es uno de los factores que está contribuyendo a que los lectores sigan por aquí.
Vuestros comentarios, tanto aquí como en Facebook, y los reenvíos en Twiter, son el soporte vital de este blog. Cada uno de ellos es como una vitamina rejuvenecedora, es un nuevo ánimo para seguir.
Por cierto, ya sabéis, en el Facebook, darle al me gusta y al compartir, en twiter al retwitear, y en las reuniones de amigos, hablar de este blog y de los asuntos que aquí se tratan.  Con esto último seguro que os divertís más de una tarde entera. A fin de cuentas, eso es lo que busca este blog.

En fin, soy consciente de que lo difícil no es empezar sino mantenerse. No obstante no estoy muy preocupado por esto porque aún hay muchos temas en el tintero que nos permitirán seguir dándole a
nuestro futuro unas vueltas más.


Gracias a todos por acompañarme en esta divertidísima aventura.