Acompáñame dándole al botón "Me gusta" y mejor aún dándole al botón "participar en este sitio". Se está muy bien en buena compañía.

En facebook

Seguidores

!Déjate respirar!


Hay palabras que marcan. Cuántas veces utilizas  el “tengo que” o el “ debería de “. A fin de cuentas lo que nos decimos en estas ocasiones es: “Como yo soy  así sólo puedo hacer esto”. Con estas sentencias lo que hacemos es bloquearnos totalmente las alternativas.  Nos obligamos a un solo camino. Y  por tanto, de paso, dejamos insatisfecha la necesidad.
¡Pues ya tenemos un problema! Enfrentamos el “yo quiero” con el “yo debo”.  Si analizamos un poco de dónde pueden venir estos  condicionantes tal vez nos demos cuenta de que vienen de atrás y que además, hasta pueden no ser nuestros.  Estamos marcados a sangre y fuego por esos deberías de nuestros padres, maestros y personas de influencia y además se grabaron cuando éramos niños y poca defensa teníamos.  Es gracioso.  Y también dramático en muchos casos. 
Ha llegado el momento de apuntar cuando se produce ese conflicto. No demos el debería como axioma. Por lo menos, hay que dejarlo en cuarentena o en proceso de análisis.
¿Utilizas muy a menudo los tendría o debería? ¿Qué harías si no “deberías o tendrías que”? ¿Esas alternativas te satisfacen? ¿Son beneficiosas para ti?

Borrar y renovarse,.., o morir

Cuando tratamos de emprender un nuevo camino o una acción distinta, hay un montón de factores que nos inhabilitan para ponernos en marcha. Os adjunto un listado de motivos por los que nos quedamos bloqueados. Hay que trabajar para que esto no nos suceda. Si conseguimos liberarnos de estas ataduras conseguiremos poner en marcha todo nuestro potencial. Lee con atención las 11 creencias irracionales que vienen a continuación y si te encuentras reflejado en alguno de ellas, empieza a pensar en cómo las vas a corregir.  



Y los sueños ¿sueños son?


Hmmm, qué placer dormir bien. Tras un sueño reparador las cosas se ven de otra manera. Soy especialista en dormir, me encanta.
Como también me ayuda mucho el interpretar alguno de los sueños que tengo. Sobre todo cuando son recurrentes. Esos sueños me están dando claves sobre mí que me son desconocidas.
Muchas de nuestras acciones se realizan conteniendo nuestros impulsos primarios. No entraré a discutir si esto es bueno o malo. Pero lo que sí que es conveniente es conocerlos. Y los sueños ayudan a esto, a saber qué cosas te mueven con una fuerza interior casi irresistible, inconsciente y desconocida. El conocimiento de estas claves, el hacerlas conscientes, te servirá para actuar de modo más acorde con tu
naturaleza.
Existen métodos para recordar los sueños y experiencias múltiples de interpretación. Como primera aproximación a la interpretación de un sueño os invito a que paseéis por la siguiente web:
Por supuesto que para una correcta interpretación hace falta algo más que esta lectura. Los significados, las claves, son múltiples y particulares para cada uno. Aquí, si el asunto lo requiere, vale la pena ponerse en manos de un experto.
Conocer cómo funciona tu ser más profundo te va a ayudar a asentar tu personalidad, a controlar/corregir ciertas acciones y a no ser tu propia barrera. Que no es poco.

Tiempo propio

La conversación duró apenas 30 segundos. Lo que tarda un ascensor en bajar desde el tercer piso a la planta baja. Eran las 19,30. Cuando paró el ascensor en mi rellano y abrí la puerta, desde dentro me saludó una vecina. Tras devolverle el saludo, me introduje en el y hablamos:
- Qué ¿de trabajo? - sé por su profesión, médico, que en muchas ocasiones tiene que atender urgencias.
- No, de ocio - contestó con una sonrisa.
- Ah, muy bien, hay que disfrutar de estos momentos,...
Su respuesta fué muy rápida. Tanto que sentí que era algo muy meditado.
- Javier, para disfrutarlo antes hay que buscarlo...
Los cinco últimos segundos, tras darle la razón con un asentimiento de cabeza, estuve en silencio. Su respuesta me encantó. Y me quedé absorto dándole vueltas a este concepto. Casi ni me despido. En el último momento, cuando ella ya estaba a punto de salir del patio, le di las gracias. Tal vez no me entendió pues ella no sabía que me había dado una idea y una reflexión para este blog. Para mí, eso vale millones. 
Estamos en un mundo en el que el tiempo se nos esfuma. Vivimos muchos años y disfrutamos poco. Los acontecimientos y obligaciones nos dirigen. Casi nos arrastran sin que hagamos nada por impedirlo. No nos damos cuenta que es ese tiempo nuestro, esos momentos dedicados a nosotros, los que nos hacen ser personas, los que nos ayudan a ser felices, a ser completos.
¿Cuándo fue ese último momento tuyo, para tí? ¿Qué te impide hacer de ello un hábito? ¿Qué ganarías si consiguieras hacerte ese regalo?