Acompáñame dándole al botón "Me gusta" y mejor aún dándole al botón "participar en este sitio". Se está muy bien en buena compañía.

En facebook

Seguidores

Os lo regalo


Esta vez quiero regalarte algo. No puedo encontrar nada mejor que esto. Te regalo la respuesta a una parte importante de las preguntas que me voy haciendo a lo largo de este blog y que necesitan  respuestas.
Nadie puede participar en una carrera de coches y saber si va a ganar si antes no conoce el coche. Es decir, la herramienta con la que va a trabajar. En nuestro caso nos ocurre lo mismo. No podemos saber si conseguiremos lo que queremos si desconocemos cual es nuestra herramienta. Si no sabemos cómo funciona nuestro cerebro. En función de esta herramienta, intentaremos hacer la mejor estrategia para poder alcanzar el éxito.  Es decir, estudiaremos nuestras capacidades como pilotos, las juntaremos con ese coche que tenemos esperándonos y trataremos de obtener el mejor resultado.
No hay estrategia posible, ni posibilidad de resultado conocido sin juntar estos dos potenciales: el coche y nuestra habilidad como  conductores.
Bueno, en este video, os dan las dos cosas, bueno, mejor dicho, cuatro. Os ayuda a conocer el coche, os indica el potrencial como conductores, os da la posibilidad de mejora y os presenta los resultados. Más no se puede pedir.
Pues este es mi regalo. Ver lo que hay dentro os costará exactamente una hora y diez minutos. Eso sí, si le dedicáis ese tiempo, con atención, vuestra vida puede experimentar un cambio notable. ¡Vale la pena!
Sólo os pediré una cosa. No le deis al play si no tenéis esa hora. Esperad al momento adecuado. Para verlo hay que tener tiempo, estado de ánimo y voluntad de recibir. ¡Disfrutadlo!




Pd.- Goleman es uno de los padres de la Inteligencia Emocional.

¡Llego tarde!


Por llegar unos minutos tarde no se acaba el mundo. En efecto. Tan sólo fastidias a quien te espera.
Reconozco que durante muchísimo tiempo he estado en el grupo de los impuntuales. Vamos, he sido el líder.   Conmigo no se podía quedar. Conmigo se suponía que quedábamos. Luego aparecía o no. Hasta que aprendí que llegar a tiempo a los sitios, tiene alguna ventaja.  
Eso sí, sólo empecé a ser puntual, a partir de aprender a organizarme. Me dí cuenta que la impuntualidad era motivada por mi desorganización. Y por mi incapacidad para decir que no.  Se me juntaban estos dos factores. Resolvía las cosas a salto de mata y además, era incapaz de decir que no a cualquier tarea. El resultado os lo podéis imaginar. Un verdadero desastre. La ilusión por cumplir con los compromisos quedaba destrozada por el incumplimiento continuo. Durante mucho tiempo me moví así. El nivel de stres se acumuló. Casi reviento. Cada vez me ocupaba más y hacía menos. Pa morirse.
Así que casi por obligación  decidí organizarme,  priorizar y decir que no. ¡Mano de santo! Lo de decir que no ya lo hemos comentado en otro post de este blog. Lo de priorizar lo hice a partir de ser totalmente radical en la realización de las tareas programadas. Me dejaba cosas importantes por hacer porque el orden establecido me indicaba que tenía que hacer otras cosas antes. Así que aprendí a darle a cada tarea su valor real.
En fin, que desde que me aplico para ser puntual, las cosas me han ido bastante mejor. Hago más cosas y las hago mejor. Y además, no dejo a nadie esperándome.
¿Cómo controlas el orden de tus tareas? ¿Qué es lo más importante que tienes que hacer hoy?