Acompáñame dándole al botón "Me gusta" y mejor aún dándole al botón "participar en este sitio". Se está muy bien en buena compañía.

En facebook

Seguidores

Sé lo que hago


Existe un síndrome que afecta en grado sumo a los políticos. Se llama síndrome de Hubris. (Sigue leyendo que esto no va de política). Fueron los griegos quienes acuñaron el término hubris, con el que designaban la falta más grande que podían cometer los héroes: creerse superior al resto de los mortales. 
El hubris (palabra derivada del término heleno hibris) es el ego desmedido, la sensación de poseer dones especiales que le hacen a uno capaz de enfrentarse a los mismos dioses. 
Tampoco vamos a hablar de los héroes, porque se nos quedan muy lejos. Pero sí que podemos encontrar este síndrome en nuestro día a día.
Hay varias reglas para detectar este síndrome. Comentaremos algunas de ellas. Vale la pena tenerlas siempre presentes para evitar que, en nuestra vida, nos afecte el hubris.
La propensión narcisista a ver nuestro mundo principalmente como un escenario donde ejercitar el poder y buscar la gloria.
La preocupación desmedida por la imagen y la presentación
El modo mesiánico de comentar los asuntos corrientes y una tendencia a la exaltación.
La tendencia a hablar de sí mismo en tercera persona o a usar la forma regia de « nosotros ».
La excesiva confianza en nuestro propio juicio y un desprecio por los consejos o las críticas de los demás
El enfoque personal exagerado, tendente a la omnipotencia, de lo que somos capaces de llevar a cabo
La agitación, imprudencia e impulsividad.
Tras leer esta lista, y como me veo reflejado en algún punto, acudiré de nuevo a los griegos para aplicar su receta: humildad, reconocimiento, cuestionamiento de las acciones, reflexión y petición de perdón si corresponde (creo que sí). Además de poner un Pepito Grillo a tu lado.
En fin, revisa si en casa, en clase, en el trabajo, en tu asociación, con tu familia, con los amigos, en aquellos lugares y ambientes que te son cercanos, te está dando un ataque de “hubritis”. Ten cuidado, porque puedes resultar insoportable. ¿Qué te aporta este comportamiento? ¿Cómo te aplicarás la cura?
 
Saludos desde el Olimpo. Os mando recuerdos de los dioses.

3 comentarios:

  1. Qué interesante me ha parecido, a más de uno se lo leería en voz alta.
    Sds.
    J.

    ResponderEliminar
  2. Gracias J, los temas empresariales me resultan interesantísimos. Casi podría abrir otro blog monotemático sobre esto. No obstante, de vez en cuando me atreveré a escribir aquí sobre esto pues a fin de cuentas, todos pasamos de una u otra forma por alguna empresa.
    Gracias por acompañarme.

    ResponderEliminar
  3. Hola Javier:

    Buena la has hecho con este post...que me ha dado por mirar y me ha dado un ataque de Hubritis,.....ay ...ay la de cosas que me quedan por aprender...no se si lo lograre.
    Tienes razon en todo....pero creo que que a veces un pequeño ataque de hubritis...(pequeñito pequeñito...) tambien viene bien para tirar para adelante. Es que es dificil valorarse a uno mismo, el problema esta en ver el limite. ¡Menos mal que te tengo a tí para recordarlo!

    Mil gracias.

    NOELIA

    ResponderEliminar