
Yo me he sentido
reflejado en esta situación muchas veces. Más de las que debería. El estrés que
lleva es insoportable. A la larga, mata.
Así que hay que afrontar esta situación. Lo hago de nuevo. Me pongo en
estado resolutivo. Vuelvo a empezar:
-Listado de tareas(en
papel, en el ordenador, en la Tablet, en el móvil,…) siempre por escrito y para
tenerlas muy a mano.
- Orden de prioridades
(importantes, necesarias, urgentes, que afectan a otros, a largo plazo,
interesantes, con posibiidades, etc,etc.) que dejo bien registrado. Por
supuesto cada uno marca su propio orden. Este no se altera bajo ningún
concepto.
- Ejecución de tareas
según el orden establecido. Sin contemplaciones. Sin excusas. Marco cada tarea
finalizada. Aquí es cuando más necesito mi
aprendizaje para decir no. Si dejo que los demás me organicen, estoy perdido.
Reconozco que cuando
entro en este estado resolutivo, los resultados son satisfactorios, y
congruentes, y desestresantes, y
motivadores, y rápidos, y …espectaculares.
Una vez finalizado el bloque, me
regalo un poco de desidia y vuelvo al estado saltamontes, que ser perfecto todo
el tiempo es agotador.
Me he visto reflejado y todavía hoy me veo en ocasiones
ResponderEliminarTratare que sean las menos posibles
Gracias Javier
Tú, yo, y creo que unos cuantos más. A ver quien se reconoce como saltamontes,....aún falta mucho para que sea especie en extinción.
EliminarGracias por acompañarme.